Recientemente
he colaborado con la publicación digital Cuadernos de Fútbol en su número 57
correspondiente al mes de septiembre. Cuadernos de Fútbol es una publicación
del CIHEFE (Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol
Español) y es, con total seguridad, el medio más prestigioso y avalado por la
comunidad investigadora del fútbol español.
Mi
colaboración (que pueden leer AQUÍ ) gira en torno al 80 aniversario de la muerte de Ignacio Sánchez Mejías,
el torero que presidió el Real Betis Balompié entre mayo de 1928 y septiembre
de 1929. Me limito a realizar una pequeña semblanza de su amplia y rica
trayectoria personal y sus múltiples conexiones con el mundo intelectual de la
época, centrando la información en su actividad como presidente bético en esos
quince meses.
Al
señor José Manuel Ariza (Algarivo) no le ha gustado nada esta publicación. Está
en su pleno y perfecto derecho de manifestarlo. A mí tampoco me gustan muchas
de las cosas que escribe, y no por ello le dedico mis comentarios.
Pero
lo que no es de recibo son determinados comentarios e insinuaciones que
realiza. No voy a entrar en las “supuestas lecciones” que dice habernos dado en
el pasado en este mismo blog sobre “fundación” y
“oficialización”; quién quiera puede leer los comentarios que acompañan a esa
entrada y comprobar el cacao mental que el señor Ariza tiene sobre, por
ejemplo, el concepto de “segunda legalización”.
Pero
sí quiero responder a dos puntualizaciones que hizo en su sesudo y enrevesado
ataque hacia mi persona:
1)
Lleva
razón el sr. Ariza en que no mencioné a Manuel Blasco Garzón en su condición de
presidente del Ateneo de Sevilla, cuando en 1927 esta institución organizó la
reunión literaria en torno a la figura de Luis de Góngora, y que dio lugar al
nacimiento de la llamada generación del 27.
Como fácilmente se deduce del artículo el
motivo es obvio y evidente: está centrado en la figura de Sánchez Mejías, no en
la de Blasco Garzón.
Tampoco se menciona a ninguna otra personalidad en relación con este acto, y
desde otros ámbitos se podrían reivindicar otras figuras, pero sería entrar en
una espiral de dislates.
No se olvide ese dato, señor Ariza; si el
artículo se centra en Sánchez Mejías es normal que se mencione su actividad en
un evento de tal magnitud. Podría haber dado más detalles del mismo, pero no
era intención profundizar en él.
También se menciona su actividad en el
sector aeronáutico, y no me dedico a nombrar a las otras personalidades que
junto a él impulsaron la elección de Sevilla como “aeropuerto del Sur de
Europa”, un proyecto en el que Sánchez Mejías, y muchos más, colaboraron con el
mayor de los entusiasmos.
Y no busque deméritos al Sevilla FC por no
mencionar a Blasco Garzón, ya que su participación en el acto es como presidente
del Ateneo sevillano, no como integrante de las directivas sevillistas o de la Federación Regional
Sur.
2)
El
señor Ariza afirma que no digo nada sobre la expulsión de Ignacio Sánchez
Mejías del cuerpo social del Sevilla FC en julio de 1929 a instancias, según afirma,
de Sánchez Pizjuán.
No dudo de la veracidad de sus datos, pero
los míos dicen básicamente lo mismo. Es más, en mi publicación se recoge
textualmente la información aparecida en la prensa de la época sobre tal
circunstancia, y los hechos que, a juicio de los asambleístas del Sevilla FC,
lo produjeron: “por actos realizados en
contra del Sevilla FC, acordándose por unanimidad”.
Es claro que la actitud constante y
contundente de Sánchez Mejías contra el favoritismo de los medios federativos
con el Sevilla FC, produjo gran revuelo y alarma entre el sevillismo.
Las denuncias públicas de un personaje de
la relevancia social y mediática de Ignacio Sánchez Mejías podían poner muy en
peligro la tradicional influencia y confluencia de intereses entre el Sevilla
FC y la Federación Regional
Sur , un hecho que se venía produciendo desde la fundación de
este organismo en 1915.
Y a pesar de que se cuenta todo eso, y más,
el señor Ariza afirma que no se dice nada sobre la expulsión de Sánchez Mejías.
Señor Ariza, ¿dónde está esa frágil memoria
selectiva de que me acusa? Haga usted el favor de tomarse las cosas con más
detenimiento, leerlas despacio y con atención y no soltar en el teclado lo
primero que se le pasa por la cabeza, pues en mi artículo sí se cuenta la expulsión
del seno del Sevilla FC de Sánchez Mejías.
Desde luego son ganas de hablar por hablar,
en este caso, de escribir por escribir. He titulado esta entrada "Con el rumbo
perdido", porque realmente esa es la sensación que manifiesta en los últimos
tiempos el ámbito de la investigación sevillista.
El origen de esta pérdida de rumbo es
fácilmente detectable para todos aquellos que estamos al tanto de estos
asuntos: 1890 y su naufragio.
Esa era la fecha mágica, el ídolo sagrado
hacia el que todos los investigadores sevillistas consagraban sus delirios
oníricos. Ha sido muchísima la carne puesta en el asador, y al final la burbuja
decimonónica se ha desinflado de forma estrepitosa.
Han quemado todas las naves y se han
quedado sin suelo sobre el que pisar. Se lo jugaron el todo por el todo en su
huída hacia delante, intentando confundir, e incluso engañar en algunos casos,
a determinadas instituciones federativas tanto en España como fuera de ella.
Los reveses han sido sonoros y las puertas
se han cerrado en todas partes, desde las
instancias federativas a los especialistas que se dedican a la
investigación de estos asuntos. Pero en su huída hacia delante no cejan en su
empeño, y, cada vez más aislados y obcecados, fían y porfían.
Instituciones que, para ellos, en el pasado
eran ejemplo de rigurosidad y saber hacer bien las cosas, como el mismo CIHEFE,
fueron blanco de las iras de La Palangana Mecánica y sus secuaces, por no darles
la razón a pies juntillas en sus delirios o, simplemente, por haberse atrevido
a dar la palabra a los que manifiestan, con datos y documentos contrastados,
opiniones distintas.
Desde luego todo un alarde de tolerancia y
de respeto, algo básico en este tipo de asuntos. Pero cuando el pensamiento
único de un ultra, metido a investigador, es el que se impone y todos los demás
lo siguen no podemos pedirle peras al olmo.
Este blog Las Tablas Verdes y el Grupo
Bético de Estudios Históricos estamos más que acostumbrados al trato vejatorio
y prepotente con el que estos sujetos se manifiestan. Nada nuevo nos sorprende,
y nada nos va a hacer callar, les guste o no les guste. Desde luego con
respeto, con educación y sin esas alusiones personales y barriobajeras en las
que algunos parecen disfrutar.
Como ejemplo de este “selecto” comportamiento
no hay más que leer esa última pieza magistral de la literatura: Ese nido de
serpientes verdes de Canal Sur Radio. Todo un ejemplo de los guardianes del integrismo y el dogmatismo.
A buen entendedor pocas palabras bastan
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